lunes, 7 de abril de 2008

El caso de Pineda

Primero quería felicitar a mis compañeros por las exposiciones, ya que me han parecido temas muy interesantes que nos han ayudado a aprender más sobre modelos de innovación.
De esta semana, quiero resaltar el caso de Pineda, en una de las exposiciones que se han hecho.
En estos casos, podemos comprobar que muchos alumnos con deficiencias pueden obtener grandes avances y conseguir potenciar y desarrollar todas sus capacidades hasta el máximo.
Con lo cual, no se puede negar a ningún niño, por muy grave que sea su deficiencia, el crecer entre personas de diferentes características y con diferentes necesidades. Todos somos diferentes, por tanto, si tuvieran que hacer una clase por cada una de las características que tienen todos los alumnos, el número de aulas sería infinito. Es decir, es algo imposible.
Son muchos y muchas los que piensan que este grupo de niños que tienen algún tipo de deficiencia o discapacidad, tiene unos límites muy marcados, los cuales no pueden superar.
En el caso de Pineda, podemos ver que en la gran mayoría de los casos, somo las personas "normales" (sin ningún tipo de discapacidad), los que limitamos a estos niños y niñas a hacer unas cosas u otras, sin pararnos a pensar que podrían superar muchas de las metas que les proponemos.
Está probado entonces, que se pueden alcanzar dichas metas e incluso traspasarlas hasta niveles mucho más superiores. Pero...¿en realidad aceptamos este hecho? ¿está toda la sociedad concienciada de que una persona con Sindrome de Down pueda llegar a la universidad e incluso diplomarse?.
Efectivamente, la respuesta es no. Pineda no puede impartir las clases como cualquier docente por el hecho de tener una enfermedad. ¿Acaso no es competente para ello? Quizá mucho más de lo que lo pueden ser otros. Hasta que no nos concienciemos, personas como Pineda, no podrán cumplir su sueño aún pudiendo.

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