martes, 26 de febrero de 2008

La innovación pedagógica

En múltiples ocasiones los profesores se ven sometidos a una gran presión tanto por parte de la sociedad, como por parte de las importantes instituciones influyentes en el sistema educativo, ya sea por sus aportaciones económicas, la importancia en la toma y aceptación de sus medidas...
Son muy comunes los innumerables propósitos que pueden llegar a presentar las administraciones para "supuestamente" innovar de manera positiva y práctica en la práctica docente y educativa, pero...¿realmente son accesibles la consecución de estos? La mayoría se quedan por el camino y culpan a menudo la falta de interés, eficacia y confianza en estos planes innovadores por parte del profesorado.
Finalmente, ¿cuál es la realidad de estos fracasos? La realidad es que las circunstancias en las que se proponen muchos de estos planes son irreales e inalcanzables. ¿Cómo pueden observar el efecto que produce ese nuevo plan propuesto, si siquiera dejan tiempo para la observación posterior de la influencia de este sobre los alumnos?
El problema no es el profesorado, sino que muchos de los planes continúan siendo inalcanzables en el primer punto y de mayor importancia después de la proposición del mismo: el tiempo para la reacción de este. Es muy fácil culpar de esto al profesorado y hacer ver esto mismo al resto de la sociedad, pero ¿no deberían comenzar por enfocar los planes desde otro punto de vista comenzando ellos mismos con una innovación que pueda resultar viable?

1 comentario:

yolanda dijo...

De ahí la importancia de que las innovaciones partan de la misma escuela y sus integrantes.