jueves, 21 de febrero de 2008

Si partimos de la base de que los seres humanos somos sociales por naturaleza, afirmamos también que el modelo a seguir para una buena relación social sigue las líneas democráticas. Dentro de la sociedad existen diferentes microrganismos con funcionamiento similar que el impuesto por la sociedad pero con unas características diferentes. Uno de estos micromundos es el mundo escolar, que no es sino el reflejo a pequeña escala de la sociedad. El objetivo primordial de la escuela es trasmitir, trasmitir información, modlos de conducta, procedimientos....que ayuden al niño en el proceso de socialización y por tanto, a vivir en comunidad, respetando, ayudando, creando, colaborando y un sinfin de gerundios más siempre cbajo la misma premisa: ser personas, personas capaces de pensar, de actuar y de luchar contra la intolerancia y la injusticia. Pero ante estos pensamientos utópicos nos encontramos muchas barreras (ideológicas, políticas, económicas, etc) y nos preguntamos el origen de los problemas de la sociedad actual (marginación, violencia, consumismo, etc), somos incapaces de saber si el huevo vino antes que la gallina o al contrario, y algo parecido ocurre con estos problemas,¿quién tiene la culpa?, ¿es de la escuela que no transmite lo necesario para la subssistencia social? o ¿es la escuela un lugar en el que se repiten las acciones de la sociedad?¿quién configura a quién?. A pesar de no ser éstas unas cuestiones retóricas no podemos decantarnos por ninguna de las dos opciones ya que ambas tienen argumentaciones que cojean. Lo que sí podemos hacer es analizar las características negativas que conviven en nuestra sociedad, como por ejemplo u individualismo exacerbado, una competitividad extrema o un consumismo obsesivo, y es a partir de aquí donde la máquina de la educación comienza a funcionar para lograr una comunidad igualitaria y diferente, subjetiva y objetiva.




Está en el candelero actual el tema de la asignatura referida a la educación para la ciudadanía, tiene aférrimos defensores y por supusto muchos retractores y yo me pregunto ¿es malo para los niños que aprendan sus derechos y deberes?, ¿es negativo para su desarrollo que conozcan las estructuras sociales?¿los pros y los contras de la socidad en la que están sumergidos?,¿es posible que sea positivo para ellos conocer y reflexionar sobre la jerarquías de poder?. Dado que en nuestro sistema educativo carecemos de asignaturas que traten sobre los valores propiamente dicho o sobre los modelos de conducta,¿por qué no utilizar esta asignatura como puente para ello?. A veces por motivos de tiempo, en las escuelas es dificil encontrar el espacio y el momento para trasladar a los niños los valores democráticos que la sociedad tanto valora por lo que los docentes se han de preocupar de introducirlos muy sutilmente aprovechando cualquier actividad como por ejemplo en la asamblea, relaizando debates para que los niños hablen, se conozcan y demás, fomentando el respeto en clase y voy más allá, creando un curriculum democrático y poniendolo en práctica. Es labor de los docentes conocer, enseñar y repetar a sus alumnos y familias, creer que todo es posible y luchar por y para el cambio. Innovar, inculcar valores con su modo de actuar y por supusto creer en lo que hace y cómo lo hace y a pesar de que es una idea un tanto idealista creo que se puede lograr el cambio. Y a propósito de éste y de la metáfora del puzzle estoy totalmente de acuerdo con el autor en que proponer un currículum globalizador es harto dificíl teniendo en cuenta los horarios estrictos y los espacios de las escuelas. Debemos ser conscientes de que los cambio son un proceso más o menos corto con el objetivo de formar un puzzle en el qu encajen todas las piezas aunque creo que ese momento no llega nunca ya que cada día nos surgen dudas, nos enfrentamos a problemas, la escuela est´´a siempre viva y el cambio no termina, no envejece, siempre hay cosas que mejorar o pulir. Nos encontramos con familias y alumnos con interéses enfrentados a los nuestros a a los de la administración, con otras culturas que desconocemos y con nuevos retos que afrontar, aparece entonces un sentimiento de culpabilización por parte de todos, sin darnos cuenta en muchas ocasiones que cooperando juntos se solventan antes y mejor las dificultades.

1 comentario:

yolanda dijo...

Una fantástica reflexión.
Lo que deberíamos de preguntarnos es "¿le interesa a todo el mundo transmitir los valores democráticos? recuerda que si todos tenemos los mismos derechos y deberes la jerarquía y relaciones de poder se pierden....
Te recomiendo que visites uno de los enlaces recomendados en nuestro Blog "Movimiento por la Calidad de la Educación.." el artículo "Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios ".