sábado, 15 de marzo de 2008

El Trabajo docente y la Vocación docente

Uno de los problemas modernos existentes en nuestra sociedad es la concepción que se tiene de la labor docente. En muchas ocasiones, se convierte en una opción laboral, donde se olvidan aspectos tan significativos como la vocación.
Me parece de extrema relevancia señalar que la labor docente concebida como un trabajo no será más que una serie de funciones que se han asignado y que, sin mayor esfuerzo, pueden cumplirse con total seguridad. Asumir estas responsabilidades como un trabajo favorecen exclusivamente a una persona, aquella que adquiere dicho puesto.
Sin embargo, pensar en la labor docente desde la Vocación, abre posibilidades a una sociedad completa y no a un individuo ya que su trabajo irá destinado hacia esa sociedad. El docente que enseña por vocación encuentra en el entorno académico muchas alternativas para realizar aportes a la sociedad, no tiene horarios de trabajo definidos y estrictos y no tiene restricciones para entregarse en cuerpo y alma al servicio de convertirse en el guía de esa sociedad. La vocación docente es el primer paso para que se conciba al profesor o maestro como aquel que se involucra no sólo en la construcción del conocimiento sino en la construcción de la sociedad misma.
Un docente con vocación es un guía, un compañero, un líder y un modelo a seguir. Un docente que concibe su labor como más que un simple trabajo.
Observando esta visión del significado de la vocación en el ámbito educativo, debemos reflexionar y posicionarnos en uno de los bandos que se han comentado. Y una vez hecho, pensar en si estamos logrando la principal función que tenemos (con las mayores facilidades posibles), educar.

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